MARISA ABANDA
Una tarde de primavera de 1998, cuando me ha-llaba a la búsqueda de respuestas existenciales, llegué a casa y mi madre estaba haciendo patchwork mien-tras escuchaba la radio. Nada más saludarla, me sentí atraída por la entrevista que estaban transmitiendo en Radio San Sebastián. Entrevistaban a una señora muy afable, sencilla, muy hábil en la oratoria, con respuesta rápida y mu-cha claridad en el mensaje. Era MARISA ABANDA, posteriormente, mi profesora de yoga y un referente muy importante en mi crecimiento personal. Apunté el teléfono y la dirección. Profesora de Hatha-Yoga, su maestro había sido Selvarajan Yesudian, al que hacía referencia muchí-simas veces, al igual que nos citaba a Albert Einstein: «Las casualidades no existen: es el camino que Dios toma cuando quiere viajar de incógnito», nos decía. Cuando Marisa cumplió 80 años, el 12-02-2020, le escribí esta carta: Querida Marisa: Te escribo a ti, querida amiga, profesora de yoga, que...